miércoles, 14 de marzo de 2018

Camino de Santiago - día 23: Reconciliación

Lucas 15, 11-32

 
11. «Un hombre tenía dos hijos; 
12. y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda. 
13. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. 
14. «Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. 
15. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. 
16. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. 
17. Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! 
18. Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. 
19. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros." 
20. Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. 
21. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." 
22. Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. 
23. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, 
24. porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta. 
25. «Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; 
26. y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 
27. El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." 
28. El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. 
29. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; 
30. y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!" 
31. «Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; 
32. pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado.»
 Biblia Católica Online


REFLEXIÓN

Señor, yo necesito reconciliación para esas partes de mi vida, dañadas: personas, trabajo, amistades, familiares, fe.... yo misma.

Perdón, Señor, por mis zonas oscuras, que necesitan sanación. Padre, he pecado.
¿Me siento preparada para el perdón?, ¿para abrir puertas cerradas?, ¿cuáles son esas puertas?

Señor, dame paz, dame paz en el perdón.

@tardeteame


No te cansas de mí,
aunque a ratos
ni yo mismo me soporto.
No te rindes,
aunque tanto
me alejo, te ignoro, me pierdo.
No desistes,
que yo soy necio,
pero tú eres tenaz.
No te desentiendes de mí,
porque tu amor
puede más que los motivos
Tenme paciencia,
tú que no desesperas,
que al creer en mí
me abres los ojos
 y las alas…

José María Rodríguez Olaizola, sj

viernes, 2 de marzo de 2018

Camino de Santiago - día 22: Convertirse

Lucas 19, 1-10

 
1.Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad. 

2.Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. 

3.Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. 

4.Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. 

5.Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» 

6.Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. 

7.Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.» 

8.Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.» 

9.Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, 

10.pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»"

Biblia Católica Online


El camino me va cambiando y tengo nuevos propósitos en mi vida.
Pienso en los cambios en mi vida, para mejor o para peor, dinámicas que hoy me resultan inconvenientes.
El camino es una oportunidad para convertirse, sacar a luz la mejor versión de mi mismo.
Señor, ayúdame a convertirme en eso que, un día soñaste para mi.

rezandovoy.org

REFLEXION

Convertirme a una vida más sana, más generosa, amor a mi trabajo, a la valentía de ir tras lo que creo y no dudar tanto en caminar, a una vida más comprometida, para tratar a los demás con más amor, servicio, respeto y misericordia, a ser cada día más Tu.

@tardeteame

Sigue curvado sobre mí, Señor,
remodelándome,
aunque yo me resista.
¡Qué atrevido pensar
que tengo yo mi llave!
¡Si no sé de mí mismo!
Si nadie como Tú puede decirme
lo que llevo en mi dentro.
Ni nadie hacer que vuelva
de mis caminos
que no son como los tuyos.
Sigue curvado sobre mí,
tallándome,
aunque a veces de dolor te grite.
Soy pura debilidad, Tú bien lo
sabes.
Tanta, que, a ratos,
hasta me duelen tus caricias.
Lábrame los ojos y las manos,
la mente y la memoria,
y el corazón, que es mi sagrado,
al que no Te dejo entrar
cuando me llamas.
Entra, Señor, sin llamar,
sin mi permiso.
Tú tienes otra llave,
además de la mía,
que en mi día primero Tú me diste,
y que empleo, pueril, para
cerrarme.
Que sienta sobre mí tu ‘conversión’
y se encienda la mía
del fuego de la Tuya,
que arde siempre,
allá en mi dentro.
Y empiece a ser hermano,
a ser humano,
a ser persona.
¡Qué paciencia, Señor,
sobre Tu mundo,
que nosotros tratamos,
mal-tratamos,
como si fuera nuestro,
del primero que llegue,
el más astuto,
o el más ladino,
o de aquel o de aquella,
a quien no duele
pisar a los demás,
como se pisa
la uva en el lagar,
o una hormiga, o un escarabajo.
Sigue vuelto, Señor
con Tu sol y Tu lluvia
para todos,
para buenos y malos,
pacientes y violentos,
víctimas y verdugos,
lloviendo y calentando
esta tierra que somos.
Sigue haciendo germinar
en todos
la semilla que eres
¡Que la hagamos crecer,
sin desmayarnos,
entre tanta cizaña!
Y que dé de comer a mucha gente
pan Tuyo y pan nuestro
el que de Ti hemos aprendido a ser
 multiplicándonos.

Ignacio Iglesias, sj

(https://pastoralsj.org)