lunes, 19 de febrero de 2018

Camino de Santiago - día 16: JESÚS

Lucas 24

 
"Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. 

Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran. El les dijo: «¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?» Ellos se pararon con aire entristecido. Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?» 

El les dijo: «¿Qué cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. 

Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. 

Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.» El les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! 

¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?» Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.

Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.» Y entró a quedarse con ellos. 

Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. 

Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!» 

Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. 

Bíblia Católica Online

Ayúdame a descubrirte cuando me sales al camino.
Jesús aparece de manera inesperada en una palabra, en alguien que te conforta, Jesús ha estado en el camino de cada día, en la mesa compartida, en la celebración de la <eucaristía, en el pan partido y repartido, símbolo del amor que se da hasta el final.

Pedir al Señor que me ayude a ser a su manera, capaz de darme por amor al prójimo.

Porque entonces le habré encontrado.
Jesús es el pan de vida, que quita el hambre y el temor.
Cuando no te veo, te extraño y te busco, intento adivinar tu rostro en momentos de vidas ajenas, en ojos que se me cruzan en episodios brillantes, en cada historia. Estás a tu manera discreta.

rezandovoy.org

*Si bien, cada texto de "Camino de Santiago" tiene señalado la fuente del que se ha extraído, todo el contenido forma parte del programa de oración de rezandovoy.org