Hechos 2, 1-11
1. "Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.
2.De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban.
3.Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos;
4.quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
5.Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
6.Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua.
7.Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando?
8.Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?
9.Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia,
10.Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos,
11.judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.»"
Biblia Católica OnLine
La presencia Es vista y no vista. Se siente,como si te besan con la luz apagada, te estremeces,no ves nada. Sientes eso que se siente, cuando te liberas de una tenaza. La presencia invisible te seca el sudor de una lágrima; no suele ser una persona conocida, no habla, huele a esencia esencial , no os la puedo describir, es muy alta
Gloria Fuentes
REFLEXIÓN
Quiero nacer del agua y del Espíritu. Podemos ver el Espíritu de Dios en los demás, en el trabajo, en la vida diaria, la calle, el metro.
Detalles, miradas, gestos que me resuenan y cada uno, en su idioma, me habla y lo entiendo en mi idioma.
El Espíritu de Dios se siente y desde El es que puedo entenderlos a todos.
Cada uno me habla de Dios, de su presencia, su Palabra.
Se siente en el misterio observado: esa flor, un rayo de luz en el pasillo, el aire fresco, un aroma en el campo, la vegetación, árboles imponentes en el bosque, un crujido de ramas, aroma a tierra, en fin, algo te inspira, te llena el alma y te hace buscarle, le escuchas, le sientes, una presencia que lo invade todo y te estremece.
@tardeteame
*Si bien, cada texto de "Camino de Santiago" tiene señalado la fuente del que se ha extraído, todo el contenido forma parte del programa de oración de rezandovoy.org, excepto REFLEXIÓN que pertenece a @tardeteame