viernes, 23 de febrero de 2018

Camino de Santiago - día 20: Encuentro

Mateo 18, 23-35


 
23. «Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 

24. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos.

25.Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. 

26.Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: "Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré." 

27.Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. 

28.Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: "Paga lo que debes." 

29.Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: "Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré." 

30.Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. 

31.Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. 

32.Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: "Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. 

33.¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?" 

34.Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. 

35.Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.»" 

Biblia Católica Online

REFLEXION


¿Ser capaz de ver lo que necesita el prójimo o pensar siempre en lo que me conviene a mí?
¿Qué hay en mi, lo que sea de egoísmo?
¿Soberbia?
¿Manipulación?
¿Desconfianza?
¿Qué hay de bueno en mí?
¿Cuido de los demás?
¿Me importan los otros?

Ser puente y no llegada, es la actitud del amor, que desea que todos se beneficien de lo bueno del camino.
No estar vuelto a los propios problemas y ponernos en las manos de Dios para construir puentes para todos.

@tardeteame


Sencillo quiero ser como Tú eres. El alma transparente como el día La voz sin falsear y la mirada profunda como el mar, pero serena.
No herir, pero inquietar a cada humano que acuda a preguntarme por tus señas. Amar, amar, amar, darme a mí mismo de balde cada día y sin respuesta.
Ser puente y no llegada,
ser camino que se anda y que se olvida,
ser ventana al campo de tus ojos y quererte.

Descanso quiero ser, vaso de vino
de Dios para los hombres cuando vengan con polvo sobre el alma de buscarte.


Valentín Arteaga

*Si bien, cada texto de "Camino de Santiago" tiene señalado la fuente del que se ha extraído, todo el contenido forma parte del programa de oración de rezandovoy.org, excepto REFLEXIÓN que pertenece a @tardeteame