sábado, 27 de enero de 2018

Camino de Santiago - día 14: Esos lejanos

Mateo 25


 
"«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria.

Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.

Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: 

"Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis;
estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."

Entonces los justos le responderán: 
"Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
Y el Rey les dirá: 

"En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."

Entonces dirá también a los de su izquierda: 
"Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.

Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis."

Entonces dirán también éstos: 
"Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?"

Y él entonces les responderá: 
"En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo."

E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»" 

bibliacatolica.com


REFLEXIÓN


Tantas heridas en personas que me son lejanas y que ignoro, como si ellos no contaran y, sin embargo, hay otros cristos en ellos y es a El a quien ignoroRostros de Cristo crucificado con heridas profundas de las que yo también soy responsable.
¿Qué me provocan aquellos lejanos que no quiero hacer mi prójimo?¿Desprecio?¿Estorbo?¿Molestias en el camino?¿Irremediables?
Mira sus heridas y dime si no te conmueven su dolor, su soledad, su angustia y desesperanza.
Mira sus ojos y dime si no te provocan un sentido del ridículo, de lo cómoda que es tu vida y te quejas por nada, al lado de la dureza de las suyas.
Mira sus manos toscas y dime si no te avergüenza lo poco que tienen que trabajar las tuyas para tener más de lo básico para vivir y ellos en cambio, mitigan un poco su gran miseria.
¿Acaso soy el guarda de mi hermano?En esa pregunta te contestas
@tardeteame
Experiencia de oración a través de rezandovoy.org